¿JUGAMOS UNA AL MONOPOLY?

Imaginen que juegan al monopoly consigo mismos con dos fichas, con una que miman con cuidado y a la que procuran que acapare los mejores terrenos del tablero mientras que con la otra no dejan de tomar riesgos innecesarios y desean que caiga en la bancarrota porque así le aseguran una victoria aplastante a la primera. Bueno, pues ahora pongamos que el tablero es Europa y cada país tiene una ficha que va avanzando según pueda o le dejen. Ahora pongamos que Alemania es ese jugador con varias fichas, pongámosles nombres: Grecia, Irlanda, Portugal y más recientemente España. Pues eso es exáctamente lo que está pasando. Si no lean las declaraciones de este señor tan majo llamado Mario Draghi aquí, donde vaticina todo tipo de desastres y catástrofes en España de no seguir los pasos que Alemania nos obliga. Y nosotros, como buenos chicos las cumplimos a rajatabla, no vayan a decir los demás jugadores que no cumplimos con las reglas del juego. Pero nadie señala al principal adulterador de esta partida tan vital en la que no están en juego unos cuantos billetes falsos de monopoly, están en juego las vidas de muchas personas que dependen de ayudas, becas, médicos o bomberos. Por eso existe tanta indignación en la calle. Por eso cada vez hay más personas descontentas con lo que están viviendo. Porque estamos asistiendo como meros espectadores a una partida de monopoly donde las fichas las estamos pagando entre todos, pero no nos dejan decidir sobre qué hacer con ellas, porque Alemania juega sucio y nadie se atreve a dar un puñetazo en la mesa para evitarlo.

[FUENTE: cincodias.com]