lunes, 23 de julio de 2012

ABOCADOS AL DESASTRE

No es nada, simplemente quería comentar que hoy nuestra querida prima ha superado los 640 puntos básicos (ver noticia) lo cual ha acarreado todo tipo de lecturas y comentarios. Muchos exigiendo que España pida de una vez por todas el rescate total a su economía. Sin embargo, desde el gobierno -que no Rajoy porque todavía sigue de vacaciones- hacen la de San Pedro, negando por enésima vez que el estado vaya a pedir tal cosa (ver noticia) y rogando a Europa para que les eche un cable. Lo curioso de todo es que ayer mismo Rubalcaba -fiel defensor de la oposición que exigimos los millones de afectados por los recortes-, se conformó con recordarle al gobierno que debe mirar por el país y "defender España" (ver noticia). Aclaro que he querido decir curioso por no decir vergonzoso u otra palabra más malsonante, pues con un gobierno que ha dado la espalda tan descaradamente a sus electores y el resto de los no electores -a los que también gobierna- era de esperar una oposición más dura y contundente. De haberse dado el caso contraro (el PSOE en el gobierno y el PP en la oposición) ya habrían rodado varias cabezas y se habría puesto sobre la mesa en más de una ocasión las elecciones anticipadas. Pero parece que a Rubalcaba le da grima volver al otro lado y enfrentarse al marrón -perdón por la expresión- con el que le tocaría lidiar, asi que se conforma con aparecer esporádicamente para no dar la sensación de desaparecido -como nuestro presidente- pero no lo suficiente como para convertirse en la segunda opción.
Y en ésta estamos el resto de españoles. Asistiendo a este macabro juego de la patata caliente que nadie se atreve a atrapar. Tomando las calles con la indignación por bandera, reclamando un cambio de politicas que nunca va a llegar, porque unos (PP) no saben hacer otra cosa y porque otros (PSOE) no quieren verse haciendo lo que hacen los unos.
Ante este panorama cabe, cuanto menos, preguntarse sobre la valía de nuestros políticos para arreglar ésto. Y no digamos de la voluntad que pondrían porque sería para echarse a llorar.


[FUENTES: elperiodico.com / público.es]

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