TELEVISIÓN, PROGRAMAS Y OTRAS PATRAÑAS

Imagínense una televisión con un solo canal. Imagínense por un momento que ese canal está controlado por una empresa privada y que no existe más opción que elegir entre su programación para entretener el tiempo libre o no encender el televisor.

Pues es así exactamente como vivimos. ¿No se lo creen? Claro, están tan acostumbrados a mirar siempre el mismo canal, muchos ni siquiera saben que han existido otros canales –nadie se lo ha dicho-, que cualquier cosa que no emita en esas mismas frecuencias es como poco utópica o un simple cuento.

Veamos, probaremos a ponerle nombre al hipotético canal y a su programación:
¿Qué tal si lo llamamos Capitalismo? Pongamos que por la mañana emiten Monarquía y por la tarde Democracia. Que el informativo del medio día se llama Partido Popular y el de la noche Partido Socialista. Que en la sobremesa emite Justicia y para después de cenar un poco de Elecciones Presidenciales. Eso sí, dejaremos para la madrugada espacios como Sindicalismo y Huelga.

En fin, podemos ver la gran variedad que nos propone la programación de este canal. ¿Cómo puede alguien tener queja? ¡Si prácticamente lo abarcan todo! Al menos eso podría parecer a alguien que nunca se ha planteado si hay vida fuera del canal Capitalismo. Porque claro, si no existiera el canal Capitalismo ¿cómo podríamos ver la tele? Imposible, ¿verdad? una televisión sin programas tan fundamentales como Dinero, me dirán. Claro que Dinero lleva como suplementos Enriquecimiento y Deuda, Beneficios e Impuestos, así como el facsímil semanal Prima de Riesgo. ¿De verdad están dispuestos a tolerar estos “inconvenientes” sin antes mirar si existen más canales? Porque los hay créanme. Sólo tienen que levantar la vista y mirarlos, pero no los encontrarán en su televisor, eso ténganlo por seguro. Su televisor sólo está preparado para recibir un tipo de frecuencia. El resto de las opciones tendrán que buscarlas en otro lugar, aunque como pueden ver no son tan cómodas como sentarse frente a un monitor. No, les estoy pidiendo que lean libros y rechacen que se los resuman. Les estoy pidiendo que piensen por sí mismos, aunque les parezca mucho pedir.

 
[Artículo de opinión]

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